La testosterona es la hormona sexual principal responsable del desarrollo de la función reproductiva en los vertebrados masculinos. La testosterona es una de las hormonas conocidas como andrógenos, que también se conocen como esteroides anabólicos. Como una hormona esteroide, la testosterona se deriva del colesterol y la estructura de esta hormona es similar en todos los mamíferos, reptiles, aves y peces.
Función
En los hombres, la testosterona es necesaria para el desarrollo de los órgaños sexuales masculinos, como el aumento del tamaño del pene y los testículos. La testosterona juega un papel importante en el mantenimiento del deseo sexual, la producción de esperma, la fuerza muscular y la masa ósea. Un nivel saludable de testosterona también protege contra trastornos óseos como la osteoporosis.
Esta hormona juega un papel clave en el deseo sexual de una mujer y es responsable de mejorar el placer sexual durante el coito. Sin embargo, los niveles de testosterona producidos por las hembras siguen siendo entre diez menos veces que la cantidad producida por los hombres.
Secreción
En los hombres, la mayoría de la testosterona es secretada por los testículos, de ahí el término “testosterona”. La hormona también es producida en pequeñas cantidades por la glándula suprarrenal. La producción de esta hormona está controlada por el hipotálamo y la glándula pituitaria en el cerebro.
En las mujeres, la mitad de la testosterona es producida por los ovarios y las glándulas suprarrenales. El resto se produce a través de la conversión de andrógenos suprarrenales en otras partes del cuerpo.
Testosterona decreciente
En los hombres, los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo durante la adolescencia y la edad adulta temprana y comienzan a disminuir después de los 30 años. Esto puede llevar a un descenso progresivo de la energía física y la libido a medida que el hombre envejece. Se cree que el nivel de testosterona disminuye en aproximadamente un 1% cada año después de que el hombre ha alcanzado los 30 años de edad.