¿Qué es la Eritromicina?
La eritromicina es un miembro del grupo de antibióticos macrólidos. La eritromicina se puede usar para tratar una variedad de infecciones bacterianas en el ojo, oído, nariz, garganta, tracto respiratorio, sistema gastrointestinal, piel y tejidos blandos. También se puede usar para prevenir infecciones en situaciones de cirugía, trauma y quemaduras, o en casos de fiebre reumática, escarlatina, difteria, osteomielitis, uretritis y prostatitis.
La eritromicina actúa sobre las cepas de bacterias susceptibles, inhibiendo su crecimiento y evitando que se reproduzcan. Lo hace al interferir con los medios del organismo para producir proteínas. Su sistema inmunológico (de defensa) luego elimina las bacterias del cuerpo.
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Cómo usar la Eritromicina
La eritromicina está disponible en tabletas (250 y 500 mg), en cápsulas (250 mg, regulares o con un recubrimiento gastrorresistente) y en solución oral sin azúcar (125 mg/5 ml y 500 mg/5 ml). También se encuentra disponible en polvo (1g) como solución para perfusión, que se usa principalmente para las infecciones graves que requieren de altas dosis. El médico decidirá la preparación más adecuada para usted y la dosis que debe tomar, así como cuándo y durante cuánto tiempo debe tomar el medicamento; esto dependerá del tipo de infección para la que está siendo tratado.
¿Quién puede usar Eritromicina?
La eritromicina pueden tomarla las personas de todas las edades. No puede ser tomada por personas que sean alérgicas a la eritromicina, a otros ingredientes en la preparación o a los antibióticos macrólidos. Tampoco debe tomar eritromicina si actualmente se le recetan los siguientes medicamentos: amisulpirida, astemizol, cisaprida o primozida, dihidroergotamina, domperidona, ergotamina, mizolastina, simvastatina, terfenadina y tolterodina.
Efectos secundarios de la Eritromicina
La eritromicina puede causar reacciones alérgicas, que pueden causar dificultades respiratorias, hinchazón de la cara, erupción cutánea y fiebre; En tales casos, deje de tomar el medicamento y contacte a un médico de inmediato. Además, informe de inmediato a su médico si un niño con este tratamiento antibiótico está irritable o vomita cuando lo alimentan. Los efectos secundarios más comunes de la eritromicina son gastrointestinales: sensación de malestar, dolor de estómago y diarrea.